viernes, 8 de marzo de 2013

la tristeza

Baje las escaleras rápido, una y otra, sin mirar atrás.

Al contrario de lo que imaginaba, el aire de la calle no me ayudo nada.

Nauseas y un pinchazo enorme en el estomago.

Estuve un rato parada sin saber para donde tirar... pensando en qué había comido.

Regrese a casa y en la cama me sentía a explotar.

Llore... mares y ríos...

Empece a buscar en mi cabeza la manera de transformar la tristeza, de reconvertir la energía .. de hacer mil cosas... pensé en el master, los libros, alguna frasecilla sabia...

Mi cabeza intentaba recordar algún prospecto teórico-practico con dosis de magia y milagro.

Mi cuerpo lloraba y lloraba..

al rato mi estomago mejoró.

entonces recordé que mi estomago, como un vaso también se llena.

Ya estaba vacío por un rato, era mi responsabilidad tomar medidas para llenarlo de nuevo de otras cosas.

Porque la tristeza era igual. Que manía la mía de aplazar siempre los duelos.

sábado, 23 de febrero de 2013

MAQUINANDO SUEÑOS



MAQUINA DE SUEÑOS 

 - La maquina soy yo, con los pies en la tierra, el corazón lleno, la cabeza para ajustar y las manos para trabajar todo lo que haga falta. Se ve un poquito de sudor, es porque los sueños cuestan trabajo, nadie dijo que fuera fácil. Los sueños los cocino, en la cocina de carbón en una casita entre el verde de mi tierra. Esos dos elementos me conectan con mi esencia, y con el por qué hago las cosas, con el sentido. 

Para cocinarlos, utilizo varios reguladores: 
1- Felpudo: para sacudir la mierda al entrar al espacio. 
2- Música diversa para encajar emociones: me acompaña y hace fluir: lo que me indigna, lo que me mueve y lo que me conmueve 
3- Teléfono: conexión con el exterior, aterrizante y feedback de pedradas e idas de pinza en exceso. También sirve para llamadas de emergencia por sature 
4- Chimenea: salida de intensidad y humo ( si es que cuando me pongo... soy de un intenso..) 
5- Sopita: reconstituyente para bajones, realidades duras y fantasmas. 
6- Calor: regulador del ambiente. 
7- Agenda: planifica, pone hora, guarda contactos con los que intercambiar saber, experiencia, 
8- Gata: presente en el proceso creativo, me me escucha sin rechistar, sin peros y con ternura.

domingo, 3 de febrero de 2013

El milagro de un taburete



La metáfora del taburete le dio nombre a lo que llevaba buscando años:
- Mejorar yo misma
- mejorar las relaciones con los demás, las relaciones grupales.
- Aportar algo de mejora a este mundo.

Llegué al master desde dos mundos que me generaban ligera esquizofrenia, y que me producen alamas-barrera cada poco:

el mundo de las organizaciones sociales y políticas  desde una herencia de lucha que anulaba y no era capaz de gestionar la emocionalidad de las personas y las relaciones de poder no explicitas que existen en los grupos, y que tiran abajo una y otra vez todos los procesos que cuesta tanto sacar adelante.

desde la vivencia de la búsqueda, sobre todo de mi madre, entre un mundo que se decía de crecimiento personal (y a veces lo era, y otras no) que en muchas ocasiones me parecía para una élite aburrida y acomodada que no dejaba de mirarse el ombligo y generar espacios que me hacían sentir una batidora emocional sin sentido.

Llegué con la creencia firme de que lo individual y lo social tenían alta relación de causa-efecto, y que las emociones sin resolver enferman.

Agradecí esta silla para poder sentarme a conocer el arte de gestionar el mundo emocional que sino construía, por lo menos, influía mucho en individuos y sociedades.

Crear o destruir




La dinámica de destruir vs. construir me gusto mucho, sobre todo poder aclarar para mi misma que destruir no es lo mismo que tener una actitud destructiva. Nunca me he reivindicado como pacifista, si como pacífica. 

No soy una persona destructiva, todo lo contrario, una gran parte de mi día a día se destina a crear y construir alternativas desde la ilusión, las ganas de crecer y aprender. De echo pienso que para construir a veces, tienes que destruir viejas estructuras y esquemas de fuera a dentro y de dentro a fuera.

La dinámica también me gusto porque generaba un poco de kaos y ruido, y me vino bien entre tanta información e introspección.

I crónica: el comienzo.

Y ahí estaba de nuevo, me encanta coger aviones y sentirme tipo Indiana Jones, rumbo al misterio y la aventura.
Es igual lo que vaya a hacer, el solo hecho de coger un avión ya me pone contenta, nunca sabes en qué momento te va a sorprender la vida, ampliar la circunferencia vital aumenta mi probabilidad de manera exagerada.

Así que ocurra lo que ocurra, siempre vivo los comienzos con alegría.

Y miedo. Mucho miedo.

El primer fin de semana fue como cuando te pones una canción de esas para limpiar y hacerlo muy feliz, puedo ilustrarlo:



Limpiar la casa siempre da pereza y la música ayuda.

Esa fue una de las grandes reflexiones del fin de semana, poco a poco a lo largo de la jornada me iba dando cuenta que mis días en mi zona de confort estaban contados, eso me generó un poco de agobio, lo que ocurre es que Jaume y Merce son tan buenos músicos y poetas, que consiguieron que asumiera eso completamente feliz e ilusionada con ello.

Cada frase y metáfora me hubiera dado para dos o tres días de reflexión mental, un exceso de información motivante, y el agradecimiento a todos los por qués que me habían llevado a realizar ese master.

Sentí mucha certeza de estar en el lugar adecuado.

Kolam - Bienvenidas


Hacer un kolam mental para poder preguntarse a una misma los colores del día. Expresar la gratitud, sabiendo que mañana el dibujo será diferente, y así, cambiarán las formas, las texturas. 

Agradecer a la vida la capacidad de crear, de sentir la llegada del día con un nuevo dibujo. 

Lo que mas me gustó del kolam es que se relaciona con la acción, con el aquí y ahora. 

Bienvenidas a todas, con gratitud y colores, a este espacio.